abarca los comienzos del Renacimiento y la reforma protestante hasta los últimos años del siglo XX. Después de quince siglos de filosofar acerca de cuestiones teológicas, se busca conocer el mundo creado. Debemos advertir que se llama filosofía moderna no a lo que comienza con la historia moderna (que tiene su punto de partida en la toma de constantinopla por los turcos), sino que se considera filosofía moderna a lo que comienza con Descartes. Lo característico de la filosofía moderna (desde Descartes hasta Husserl) es que cambiaron el punto de partida de la filosofía y en vez de ser el punto de partida la consideración del mundo comenzaron por la consideración del conocimiento del mundo, que no es lo mismo.
Filosofia
domingo, 7 de agosto de 2016
FILOSOFIA MODERNA
abarca los comienzos del Renacimiento y la reforma protestante hasta los últimos años del siglo XX. Después de quince siglos de filosofar acerca de cuestiones teológicas, se busca conocer el mundo creado. Debemos advertir que se llama filosofía moderna no a lo que comienza con la historia moderna (que tiene su punto de partida en la toma de constantinopla por los turcos), sino que se considera filosofía moderna a lo que comienza con Descartes. Lo característico de la filosofía moderna (desde Descartes hasta Husserl) es que cambiaron el punto de partida de la filosofía y en vez de ser el punto de partida la consideración del mundo comenzaron por la consideración del conocimiento del mundo, que no es lo mismo.
domingo, 24 de julio de 2016
MÉTODOS PARA ESTUDIAR LA FILOSOFIA
¿PARA QUE NOS SIRVE LA FILOSOFÍA?
Puede parecer que hoy, cuando la ciencia ocupa la primacía en el conocimiento, la filosofía es algo superado; pero la filosofía toca lo esencial del ser humano y está constantemente actualizándose; la filosofía desarrolla el pensamiento crítico, reflexivo, analítico, con una visión ética y orientación moral que proporciona recursos para vivir mejor a título individual; pero también sirve para reunificar el conocimiento, porque el saber está cada vez más parcelado y especializado y la filosofía, por su carácter multidisciplinar, es como la madre de todas las ciencias, es la que aporta conceptos para fomentar el diálogo y los vínculos entre el arte, la religión, la biología, la tecnología, etcétera”, respondía a este diario hace algún Joan Méndez, profesor de filosofía en el colegio San Juan Bosco de Barcelona, asesor filosófico y miembro de la Asociación de Filosofía Práctica de Catalunya. Otros muchos filósofos, humanistas y científicos aseguran que la filosofía tiene un papel fundamental en la sociedad de hoy y muchísimo que aportar al avance de las investigaciones científicas, tanto por la vía de fundamentar el conocimiento como abriendo la puerta a determinadas formas de investigación y programas de tecnología como la inteligencia artificial.
A menudo se acostumbra a pensar que hablar de filosofía es hablar del ser, del alma, del sentido de la vida, del bien y del mal, de la moral...; en definitiva, de conceptos muy abstractos. Pero cuando se hojea el último libro de quien está considerado como el filósofo francés contemporáneo más relevante a escala europea uno ve que reflexiona sobre los domingos, la fiestas de Navidad o Semana Santa, la moda, las vacaciones, los padres, los celos, las estaciones o la inmigración. Los artículos de André Comte-Sponville recogidos en El placer de vivir (Paidós) versan en su mayoría sobre la vida cotidiana actual, pero en ellos no faltan referencias a Platón, Spinoza, Santo Tomás, Epicuro, Montaigne, Kant, Séneca... ¿Qué tienen que ver pensadores que vivieron hace cientos, cuando no miles, de años con los problemas o la visión del mundo de hoy? “De los filósofos clásicos podemos aprender, por ejemplo, que la vida es difícil; nos permiten entender que las dificultades que hoy afrontamos no son consecuencia de la crisis de la que tanto se habla; que desde que existe la humanidad la vida ha sido difícil y que la felicidad no es tener una vida fácil, sino que amar la vida es amar también sus dificultades”, responde Comte-Sponville. Y recuerda que Spinoza (1632-1677) dijo que no se desea algo porque se juzgue bueno, sino que se juzga bueno porque se desea “y nosotros no amamos la vida porque sea buena o fácil, la amamos porque la deseamos y juzgamos que es buena para nosotros”.
En cualquier momento y a cualquier edad
Como Comte-Sponville, otros filósofos y especialistas en la materia enfatizan que una de las utilidades de la filosofía es contribuir a la reflexión sobre los grandes problemas de la actualidad, tanto en el ámbito individual como en el colectivo. Javier Echegoyen Olleta, profesor de Filosofía de la UNED, asegura que la filosofía tiene mucho que decir sobre la ecología, los derechos humanos, los derechos de los animales, los riesgos de la ingeniería genética, la interculturalidad, el sistema productivo o nuevas formas de participación ciudadana. Pero su contribución tampoco acaba ahí. Jorge Úbeda, que fue director académico de la Escuela de Filosofía de Madrid y ahora dirige la Fundación Promaestro, considera que hay tres grandes aportaciones que hacen que la filosofía tenga sentido en cualquier momento y pueda interesar a cualquier edad. “En primer lugar, sirve para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta clara; en segundo lugar, permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen, a crítica, y pensar qué puede hacer uno, cómo puede ejercer su libertad y responsabilidad; y, por último, la filosofía nos enseña a hablar de otra manera, de forma racional y argumentada, a escuchar los argumentos del otro y a estar dispuestos a modificar el propio punto de vista si fuera necesario”, resume.
Los filósofos y profesores de filosofía consultados aseguran que encontrar qué pensadores, clásicos o actuales, pueden darnos mejor respuesta a la vida de hoy depende de cada persona, porque hay muchas corrientes distintas y cada uno ha de encontrar la filosofía que le pueda ayudar a entenderse mejor. Comte-Sponville apunta, no obstante, que para la sociedad actual son más interesantes los pensadores menos dogmáticos, los menos religiosos y los que están más cerca de la vida cotidiana y real. De ahí que él priorice la sabiduría griega del epicureísmo y el estoicismo, y a Montaigne –“que es la filosofía menos dogmática que existe”-, y se reconozca perteneciente a la corriente materialista, no religiosa, de Epicuro, Spinoza, Marx y Freud.
Como Comte-Sponville, otros filósofos y especialistas en la materia enfatizan que una de las utilidades de la filosofía es contribuir a la reflexión sobre los grandes problemas de la actualidad, tanto en el ámbito individual como en el colectivo. Javier Echegoyen Olleta, profesor de Filosofía de la UNED, asegura que la filosofía tiene mucho que decir sobre la ecología, los derechos humanos, los derechos de los animales, los riesgos de la ingeniería genética, la interculturalidad, el sistema productivo o nuevas formas de participación ciudadana. Pero su contribución tampoco acaba ahí. Jorge Úbeda, que fue director académico de la Escuela de Filosofía de Madrid y ahora dirige la Fundación Promaestro, considera que hay tres grandes aportaciones que hacen que la filosofía tenga sentido en cualquier momento y pueda interesar a cualquier edad. “En primer lugar, sirve para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta clara; en segundo lugar, permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen, a crítica, y pensar qué puede hacer uno, cómo puede ejercer su libertad y responsabilidad; y, por último, la filosofía nos enseña a hablar de otra manera, de forma racional y argumentada, a escuchar los argumentos del otro y a estar dispuestos a modificar el propio punto de vista si fuera necesario”, resume.
Los filósofos y profesores de filosofía consultados aseguran que encontrar qué pensadores, clásicos o actuales, pueden darnos mejor respuesta a la vida de hoy depende de cada persona, porque hay muchas corrientes distintas y cada uno ha de encontrar la filosofía que le pueda ayudar a entenderse mejor. Comte-Sponville apunta, no obstante, que para la sociedad actual son más interesantes los pensadores menos dogmáticos, los menos religiosos y los que están más cerca de la vida cotidiana y real. De ahí que él priorice la sabiduría griega del epicureísmo y el estoicismo, y a Montaigne –“que es la filosofía menos dogmática que existe”-, y se reconozca perteneciente a la corriente materialista, no religiosa, de Epicuro, Spinoza, Marx y Freud.
Sea por estas u otras razones, lo cierto es que la demanda de estudios y actividades relacionadas con el pensamiento filosófico no para de crecer. Según Úbeda, hay tres momentos del pensamiento filosófico que acostumbran a concentrar el interés: “De la filosofía griega interesa sobre todo la figura de Sócrates -sus diálogos sobre la democracia ateniense y cómo organizarse mejor políticamente-, el relativismo, los sofistas y Platón, porque nos proyectamos en esa época; pero también el hedonismo y el escepticismo; un segundo gran centro de interés es la Ilustración, porque es el inicio del estado moderno, del progreso de la humanidad y el momento en que surgen las ideas que han regido el mundo hasta hoy; y, por último, interesa la postmodernidad, el relativismo y el pensamiento débil”.
Y si en España, donde la filosofía ha sido siempre un saber bastante minoritario, algunos detectan un creciente interés por ella, en otros países como Francia hablan directamente de su resurgir o su resurrección. En palabras en André Comte-Sponville “en la sociedad actual hay un declive de las religiones y de las grandes ideologías; basta pensar en el peso que tenía el catolicismo en Francia o en España hace sólo unas décadas, o en el peso del marxismo en los años 60 y 70; y cuanto menos religión y menos ideología tenemos, más necesitamos de la filosofía, porque hay que buscar respuestas a las preguntas que todo ser humano se hace y que antes nos venían dadas desde la religión o la ideología; dar respuesta a esas preguntas es filosofar”.
¿Qué pensadores pueden aportar más?
Echegoyen opina que quienes buscan en la filosofía una orientación para vivir y respuesta a asuntos tan universales como el sufrimiento, el respeto, el riesgo o el sentido de la vida, pueden resultar útiles pensadores que siempre se han ocupado de la filosofía práctica, como Marco Aurelio, Epicteto, Epicuro, Sócrates, Platón, Aristóteles, Nietzsche u Ortega y Gasset.
Llorenç Vallmajó Riera, profesor de Filosofía y creador de Filòpolis, una web de filosofía para no iniciados, explicaba hace algún tiempo que para sopesar la importancia que tiene la labor de los pensadores en nuestras vidas basta pensar qué nos habríamos perdido sin ella. “Sin la filosofía nos habríamos perdido lo que llamamos lógica (Aristóteles fue el primero en analizar las diferentes maneras de argumentar que tenemos los humanos, mostró las reglas de una buena deducción y nos dio las herramientas para poder construir argumentaciones con validez), y sin la lógica nos faltaría la luz racional necesaria para analizar los discursos y detectar las falacias, argumentos con sólo apariencia de validez”, ejemplificaba. Y añadía que, como toda teoría científica está guiada por procedimientos lógicos, la filosofía también ha resultado básica para el progreso científico. “Estoy pensando en el falsacionismo de Popper: nos dice que es factible demostrar que una teoría es falsa, pero nunca se puede demostrar que una teoría es verdadera; nos muestra que reconocer un error ya es un progreso, que el error puede ser fértil”, concretaba. Por otra parte, la epistemología o teoría del conocimiento ha permitido abrir nuevos caminos y esperanzas en momentos de crisis intelectual, como cuando se reconoció el error milenario de la teoría geocéntrica según la cual la Tierra era el centro y todos los astros giraban a su alrededor.
Para Vallmajó no menos importante es la aportación ética, que nos permite reflexionar sobre cómo hemos vivido. Él destaca las ideas de orden ético de Sócrates, Platón o Aristóteles, pero también de Kant, “a quien debemos la distinción entre legalidad y moralidad: la Revolución Francesa era ilegal, pero ¿era moral?”. Y tampoco en el ámbito de la política se estaría donde se está sin las aportaciones filosóficas. “Pensemos en lo que supuso afirmar, como lo hizo Thomas Hobbes, que el poder político no deriva de Dios, sino que es fruto de un pacto o contrato social; con este reconocimiento, las personas dejaban de ser súbditos y pasaba a se ciudadanos; o pensemos en las aportaciones de René Descartes: al afirmar que todos los hombres, por naturaleza, tienen la capacidad de razonar o de juzgar abrió o desbrozó el camino hacia la Revolución Francesa”, ilustraba en una entrevista con La Vanguardia el creador de Filòpolis.
PRINCIPIOS DE LA FILOSOFIA
Una filosofía no consiste en observar la dinámica de la vida sino que es el fundamento de la actitud para enfrentarla.
El sólo hecho de pensar y reflexionar nos convierte en filósofos y nos obliga a tomar una postura personal sobre los acontecimientos de la realidad y el fenómeno de estar vivo, para poder seguir viviendo.
El hombre necesita tener una respuesta sobre el misterio de la realidad y esta respuesta es personal y única. Puede parecerse a la de otros pero los matices son múltiples y dependen del propio temperamento, del carácter, del nivel de conocimiento, de las experiencias vividas y del contexto histórico en el que se ha nacido.
Los principios de la filosofía de la antigua Grecia eran la búsqueda de una explicación del origen de todas las cosas y del hombre, como parte de la naturaleza.
Querían descubrir el elemento básico que a partir de una intuición intelectual explicaría por medio de la razón, el principio básico de la realidad del mundo y el misterio del hombre.
Después de la mitología, que trataba de explicar el mundo por medio de leyendas, tradiciones, magia y especulaciones místicas, surge la filosofía occidental, pasando del mito al logos como principio fundamental para llegar al conocimiento.
El principio de la filosofía es la búsqueda del conocimiento del Ser o esencia de las cosas, del hombre, del cosmos y el problema del conocimiento.
Para Sócrates es la moral del hombre y para Platón y Aristóteles es lo mismo pero ambos realizan el intento de sistematizar el conocimiento.
En la Edad Media el principio filosófico fundamental es el dogma desde el cual se construye todo el saber filosófico como una actividad capaz de dotar de sentido la vida humana. Toda investigación en cualquier terreno sirve para construir una cosmovisión que esté de acuerdo con el cristianismo.
El Renacimiento revaloriza la razón como principio fundamental para alcanzar el conocimiento.
Surgen posteriormente el empirismo, cuyo principio es la experiencia y el racionalismo con la primacía de la razón, que combinados tratan de obtener un marco racional que coincidan con los datos de la experiencia.
Kant inaugura la crítica al conocimiento, como consecuencia de la acentuación de los problemas acerca de las dificultades para llegar a él; siendo el principio de su filosofía la razón, como un esquema humano “a priori” de la realidad externa y como fuente de todo conocimiento cuando coincide con los hechos, estimando que no hay evidencia de la existencia de la realidad en si misma independiente del sujeto.
El principio filosófico del Positivismo se centra en el conocimiento de las ciencias naturales, separando a la filosofía de la ciencia.
El idealismo de Hegel destaca de la realidad la dialéctica de los contrarios, que Marx traslada a la historia y lo transforma en el materialismo dialéctico, siendo el principio fundamental de su filosofía el determinismo económico.
En su obra maestra “El Capital”, Marx hace un análisis exhaustivo del capitalismo de su época, marcando en este sistema de organización social, la existencia inevitable de un conflicto dialéctico, por un lado el dueño de los medios de producción y por otro el proletariado, que es el que vende su fuerza de trabajo.
opinión:
La verdad como eterno
problema filosófico
Con el término "verdad" podemos referirnos a una realidad o a una proposición y, así, hablamos de una verdad ontológica que se refiere a la realidad o de una verdad lógica es decir del conocimiento. A veces se dice que una cosa es verdad, o verdadera, para indicar que no se trata de una ilusión, o de una apariencia, siendo entonces la verdad idéntica a la realidad, a lo que las cosas son; o también pueden decir que la verdad definir como una adecuación, como una correspondencia (mediante La experiencia o los hechos) y si la experimentación nos indica que es incorrecto la proposición, de considera incorrecta.
La verdad supone la concordancia entre aquello que afirmamos con lo que se sabe, se siente o se piensa. De allí el concepto de la verdad también abarca valores como la honestidad, la sinceridad y la franqueza. Así mismo, la verdad se refiere a la existencia real y efectiva de algo, es decir, a la realidad, la existencia concreta en el plano de los hechos. Por otro lado, como verdad se denomina todo aquel juicio o proposición que no puede ser refutado racionalmente. En este sentido, la verdad es lo opuesto a la falsedad, engaño, mentira. Como verdad, por otro lado, también podemos referirnos a la fidelidad a una idea, a la convicción absoluta de su justicia y su certeza.
la verdad filosóficamente es la concordancia del pensamiento con lo real. En este sentido, si tal correspondencia no se da, entonces podemos afirmar que se trata de una proposición falsa. Una verdad relativa es una proposición que depende de determinadas afirmaciones o proposiciones depende de cómo se las esté viendo, desde qué época, cultura y punto de vista; Una verdad relativa, por ejemplo, es la afirmación que un habitante del trópico hace acerca de que hace frío. Esta percepción, que bien puede ser compartida por otros habitantes del trópico como una sensación térmica asociada al frío será muy diferente para un canadiense o un sueco, para quienes el frío está asociado a temperaturas bajo cero. Las verdades absolutas son las ideas o proposiciones que son ciertas para todas las culturas y todos los tiempos. Por ejemplo: el hielo es sólido, el agua es mojada, la muerte es el cese de las funciones vitales.
Aristóteles dice que la verdad es la concordancia de lo la experiencia y el pensar: mantiene vigencia hasta la actualidad. Santo Tomás de Aquino, por su parte, refería que la verdad era la inteligibilidad del ser y la correspondencia de la mente con la realidad, mientras que, para Kant, la verdad era una perfección lógica del conocimiento.
Yo estoy de acuerdo con que la verdad es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad. Creo que La verdad es como ir en un laberinto. Las verdades a veces pueden confundir porque creemos que aquello lo cual pensamos es cierto y en realidad estamos equivocados; como puede que estemos en lo cierto y a veces sabemos la verdad y nos da miedo decirla por miedo a que sea un error. Pero debemos arriesgarnos puesto que si nos equivocamos, nos corregimos y si estamos en lo cierto lo reafirmamos.
Como escribir o redactar un ensayo filosófico:
- Objetivo: Los artículos filosóficos son diferentes de otro tipo de textos, como pueden ser los artículos científicos, los de opinión o los textos literarios. Generalmente, presentan un argumento a favor o en contra de alguna tesis en particular. Por ello, no consisten simplemente en mostrar unos hechos, opiniones o creencias; siempre es necesario proponer argumentos que sustenten la afirmación principal. Pueden construirse en torno a una idea defendida previamente por un filósofo, intentando criticar o mostrando sus puntos débiles. En otras ocasiones se puede mostrar el acuerdo que se tiene con las ideas de otro. Pero hay que tener muy presente que lo importante no es nuestra postura al respecto, sino la calidad de los argumentos que expongamos para sostenerla.
- En particular ¿qué hay que hacer en un ensayo filosófico?
también se debe tener en cuentas que el texto debe estar en tercera persona.
A
continuación se lleva a cabo una o más de las siguientes acciones:
• Se critica el argumento, o se muestra que ciertos argumentos que sustentan
la tesis no son correctos.
• Se defiende el argumento o la tesis contra las críticas de alguien.
• Se ofrecen razones por las que creer en la tesis.
• Se ofrecen contra-ejemplos de la tesis.
• Se contrasta los puntos débiles y fuertes de dos puntos de vista opuestos
acerca de la tesis.
• Se proponen ejemplos que ayudan a explicar la tesis, o que ayudan a hacer
la tesis más plausible.
• Se discute que ciertos filósofos están comprometidos con la tesis, aunque
quizá no lo hayan hecho de manera explícita.
• Se discute qué consecuencias podría tener la tesis, en el caso de que fuese
cierta.
• Se revisa la tesis a la luz de alguna objeción.
En conclusión en los artículos filosóficos se expone o defiende una idea con argumentos planteados o se refuta una y idea con ciertos argumentos.
la imagen 1 anterior resume la estructura de un articulo o ensayo filosófico.
LOGICA
La lógica es el estudio de los principios de la inferencia válida. Una inferencia es un proceso o acto en el que a partir de la evidencia provista por un grupo de premisas, se afirma una conclusión. Tradicionalmente se distinguen tres clases de inferencias: las deducciones, las inducciones y las abducciones, aunque a veces se cuenta a la abducción como un caso especial de inducción. La validez o no de las inducciones es asunto de la lógica inductiva y del problema de la inducción. Las deducciones, en cambio, son estudiadas por la mayor parte de la lógica contemporánea. En un argumento deductivamente válido, la conclusión es una consecuencia lógica de las premisas. El concepto de consecuencia lógica es, por lo tanto, un concepto central a la lógica. Para estudiarlo, la lógica construye sistemas formales que capturan los factores relevantes de las deducciones como aparecen en el lenguaje natural. Para entender esto, considérese la siguiente deducción:
- Está lloviendo y es de día.
- Por lo tanto, está lloviendo.
- La obvia validez de este argumento no se debe al significado de las expresiones «está lloviendo» y «es de día», porque éstas podrían cambiarse por otras y el argumento permanecer válido. Por ejemplo:
- Está nevando y hace frío.
- Por lo tanto, está nevando.
En cambio, la clave de la validez del argumento reside en la expresión «y». Si esta expresión se cambia por otra, entonces el argumento puede dejar de ser válido:- Está nevando o hace frío.
- Por lo tanto, está nevando.
Las expresiones de las que depende la validez de los argumentos se llaman constantes lógicas, y la lógica las estudia mediante sistemas formales.39 Dentro de cada sistema formal, la relación de consecuencia lógica puede definirse de manera precisa, generalmente por medio de teoría de modelos o por medio de teoría de la demostración.
GNOSEOLOGIA
La gnoseología es el estudio del origen, la naturaleza y los límites del conocimiento humano. En inglés se utiliza la palabra epistemology, que no hay que confundir con la palabra española epistemología que designa específicamente el estudio del conocimiento científico, también denominado filosofía de la ciencia. Muchas ciencias particulares tienen además su propia filosofía, como por ejemplo, la filosofía de la historia, la filosofía de la matemática, la filosofía de la física, etc. Dentro de la gnoseología, una parte importante, que algunos consideran incluso una rama independiente de la filosofía, es la fenomenología. La fenomenología es el estudio de los fenómenos, es decir de la experiencia de aquello que se nos aparece en la conciencia. Más precisamente, la fenomenología estudia la estructura de los distintos tipos de experiencia, tales como la percepción, el pensamiento, el recuerdo, la imaginación, el deseo, etc. Algunos de los conceptos centrales de esta disciplina son la intencionalidad, la conciencia y los qualia, conceptos que también son estudiados por la filosofía de la mente.
En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento directo (acquaintance). El primero se asocia a la expresión «saber que», el segundo a la expresión «saber cómo», y el tercero, en el español, se asocia a la expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así se dice, por ejemplo, que en la biología se sabe que los perros son mamíferos. Este es un conocimiento proposicional. Luego existe un saber cómo entrenar un perro, el cual es un conocimiento práctico o performativo. Y por último, el conocimiento por familiaridad es aquel que posee quien dice, por ejemplo, «yo conozco a mi perro». La mayoría del trabajo en gnoseología se centra en el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esta tendencia.
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